8.20.2009

dia especial.

19 febrero 2005


hoy me levanté y lo ultimo que pasó por mi cabeza fue: hoy será un día especial, algo pajita por el día anterior, me levanté, me chingué una cucharada de miel de abeja de la chida, y un buen plato de chachitos con leche bien pinche helada, saben lo bueno que es comer chachitos? total que desde hace rato quité un colchon de mi cama, tenía dos y era incómoda, como la del cuento ese de la princesa puta que se duerme arriba de 20 o 30 colchones hediondos. dicho colchon tenía que desaserme de su existencia en la casa, pepe me prestó su troca y me dispuse a la tarea de ir al relleno sanitario más cercano (casi por aldama) a tirarlo.( hay uno en las industrias, pero me cobran ochenta pesos por hacerlo, pinches rateros) ya en el camino, mi hermana me dijo que no lo tirara, que mejor lo regalara a alguien que lo necesitara, me pareció bien. emprendí mi viaje en la troquilla blanca de mi jefe sin rumbo alguno, decidí dirigirme a una colonia que se alcanzaba a ver a lo lejos que había crecido anarquicamente junto a un cerro, como en las favelas de brazil, pero no tan jodidas, manejando logré dar con una carnicería. ahi estaba un señor con bigotes, las manos gordas como las de un camarada cuyo nombre no revelaré, solo diré que empieza con pa y termina con equis, llenas de sangre de algun rumiante. le pregunté que si no sabía de alguien que necesitara un colchón, que andaba regalando uno, que lo iba a tirar y que estaba bueno (me sentí un poco mamón o algo asi, me vale madre). señalando una casa que se alcanzaba a ver desde su "changarro", como diría nuestro querido presidente. era una casa construida de puro block frío y gris, me comentaba que a unas personas, unos tales Palma, se les había quemado el cantón, que él mismo había llevado ropa para alivianarlos. señalando la casa que quedaba justo atras de esa, me dijo que ahí se hopedaban "mientras" dichas desdichadas personas, que fuera aver que pedo, a lo mejor necesitban uno. pues muy bien, sin tener que buscar más que el barandal para tocar su puerta, llegué y le dije a la seño: aqui viven los Palma?-- si-- me dice. --aqui traigo un colchón, me dice el de la carnicería que se les quemó la casa y que a lo mejor necesitaban uno, era mío y se lo regalo.--si, si nos sirve, gracias. me dice. vi ese rostro de agradecimiento y enseguida bajé con mi fuerza bruta, el colchón individual que un día me sirvió para dormir y hacer una que otra cosa más, de la troca, lo coloqué ahi recargado en unos blocks y una puerta de metal sin instalar. dentro de la casa había como unos seis chamacos de edades de entre los tres y los cinco años, que salieron corriendo a la cochera donde puse el colchon, uno de ellos, con la cara toda chorriada de algo que comió y el cabello tieso como las tablas de la via del tren, me vé y me dice: es pá la casa que tá quemada? --sixtos, le digo. despues de un gracias salí con una sonrisa de esa casa, despues de eso pensé: que chingón, me gustría que alguien llegara a regalarme algun colchón cuando mi casa se me quemara. eso es todo.